Al escuchar en un programa de la televisión española que
se iba a tratar de "La Robótica", yo creí que se trataría de alguna dama notable que había alcanzado
merecida fama internacional, como cuando a Margaret Thatcher se le decía
"La Dama de Acero". Error. La robótica se refiere a la nueva era de
los robots que sustituyen eficazmente el trabajo del hombre agravando el
fenómeno del desempleo a nivel mundial.
Un robot móvil puede programarse para efectuar su
trabajo perfectamente, por ejemplo, en un sanatorio de dimensiones descomunales
subiendo y bajando elevadores para repartir documentos y radiografías a un
cubículo específico perdido entre otros cientos iguales, y en sus ratos de ocio
de las 24 horas diarias trapear a conciencia corredores y pisos sin amenazar
con huelga, perder tiempo para la torta y el W.C. Cada robot cuesta alrededor
de 7 millones de dólares que, al decir de los exponentes, la inversión se
recupera, es cosa segura.
Muy contrita escuchaba la amenaza del desempleo que yo
creía estrictamente localizado en México, cuando escuché la clave para dar por
terminada mi sesión televidente con satisfacción. A nosotros la amenaza
robótica nos va a hacer lo que el aire a Juárez, el robot programado no puede
improvisar y si se trata de improvisar, en México el más pelón se hace trenzas.
Apagado el televisor entonces me surgió otra
incógnita. Si el profesionista desempleado es un problema de actualidad en el
Viejo Continente como en el Nuevo Mundo, la improvisación de último momento no
cabría en este esquema. El profesionista primero invierte 20 años de su vida quemándose
las pestañas, para luego encontrar que necesita un doctorado si quiere estar a
la altura, y luego encuentra que su altura es compartida por quienes rebanan
jamón en una salchichonería o manejan un taxi en horario nocturno, tras haber
agotado las direcciones en Internet repartiendo su currícula en
"Desesperados punto com." y dándole "Enter" a
"Tecnócratas desempleados, visite nuestra página Web". Ya es experto
en entrevistas de trabajo en las que ha contestado "Sí" a las
preguntas, ¿Sabe hablar francés, chino antiguo y conoce la diferencia entre el
modernismo y el Art Nouveau? para luego oír a una voz tipluda
decirle, "nada de eso le sirve aquí, debe saber tocar timbres de puerta en
puerta para demostrar nuestros productos de belleza sin que se deteriore su
autoestima por las negativas y portazos en las narices, para lo cual, aquí le
entrenamos con un método por un módico precio al alcance de CUALQUIERA".
Habiendo reflexionado lo anterior en respuesta a la
invitación que me hacía el silencio que me rodeaba, divagué irresistiblemente
frente una taza de café. Nosotros los reyes de la improvisación vamos a vender
el miércoles de plaza bolas de cristal para adivinar. Antes era fácil prever el
destino, licenciado, médico o ingeniero, el Politécnico se fundó previendo el
futuro del país en manos de técnicos. Hoy todo cambia de un instante al otro, incluso
para la profesión más antigua de la humanidad ahora con sindicatos y asociaciones
que demandan el respeto a las sexo-servidoras, aquellas con cédula profesional,
se entiende. Se ha abierto una gama ilimitada de nuevas opciones de carreras
con o sin cédula de profesionista, pero todos los titulados deben ser duchos en
la magia blanca de la computación. La bola de cristal consultada por la noche
antes de irse a dormir, tiene mejores oportunidades de atinarle a aquello que
estará en vigor mañana, incluso la tecnología de ayer. Hoy los dentistas se
enfrentan al precipicio de que ya no habrá caries, los ingenieros a los
cálculos precisos por computadora de las construcciones más intrincadas de
ciudades submarinas para alojar a 100 mil, los diseñadores de ambiente a los
diseños a granel con sólo un clic en Internet. ¿Habrá pasado para siempre de
moda "Zapatero a tus zapatos" y la aplicación de las habilidades
personales se localiza en fenómenos aislados, como los curadores de pinturas de
Miguel Ángel y Leonardo?
Ya me veo un domingo cualquiera junto al lago de
Chapultepec, detrás de mi tenderete extendido en el piso de la banqueta, "Atrás
de la raya que estoy trabajando, bolas de cristal para adivinar, a peso, a peso
marchanta. ¡Aquí está la solución que esperaba! ¿Su novio tiene buenas
intenciones? ¿Su marido la engaña? ¿Cuál es su número de la suerte para sacarse
el gordo de la lotería? Es usted un tecnócrata pensante deambulando ociosamente,
no lo piense más... Que no le digan, que no le cuenten, que no lo engañen. Aquí
está encerrada la sabiduría milenaria de los aristócratas toltecas transmitida
de generación a generación por vía oral a los elegidos, y yo he sido elegida
para arreglar los mitotes en la cabeza de los confundidos, los desorientados,
los desmotivados. A cambio de un peso usted tiene a su disposición los secretos
que encerré en estas bolas de cristal. Anímese, descubra el don de ubicuidad, usted
no es diferente a San Martín de Porres, puede viajar al pasado y al futuro, el
tiempo no existe, es una invención de Einstein para explicar la energía atómica.
Construya su presente quitándose de encima su lado negativo que le domina, eso
es sabiduría pura de nuestros antepasados aristócratas para no andar diciendo
no para todo, "diosito que no me pase, que no me caiga la salación". Descubra
su nobleza de carácter. No sea víctima de la "última moda" de la
cienciología que lo rescata de su adicción a fármacos, o de dogmas ajenos a
nuestras tradiciones transmitidos por la televisión mercachifle que sólo tiene
un dios; su rating. No claudique con
la arremetida de hipótesis gratuitas que explican su espiritualidad y las
posibilidades de su conciencia a partir de partículas subatómicas sólo
imaginadas, por lo que la realidad sólo nos la imaginamos, dicen los pobrecitos
extranjeros que desconocen nuestras tradiciones milenarias. Que no le engañen,
usted puede conocer verdaderamente el mundo abstracto que le rodea y adivinar
su futuro en la intimidad de su hogar con sólo consultar su bola de cristal. Usted
no es un robot que no puede improvisar... Que no le digan, que no le cuenten...
Atrás de la raya que yo sí estoy trabajando, no como otros que estoy viendo y
no compran nada...

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